Diversidad en el aula

Muchos países del mundo consideran la diversidad cultural como parte del patrimonio común de la humanidad. 

A lo largo de nuestra vida estudiantil vamos a convivir con una gran cantidad personas. Todas ellas con algo diferente que las caracteriza y siempre nos aportarán algo nuevo de lo que aprender. Las diferencias pueden ser por diversidad cultural, geográfica, de género, religiosas... ya que no todos venimos de la misma ciudad, por lo tanto no crecemos con las mismas costumbres y en cada lugar existe una forma diferente de pensar y de hacer las cosas.

En las aulas es importante la existencia de la diversidad. Esta abre todo tipo de oportunidades a la hora de aprender y nos permite tener capacidad de pensamiento. También es una buena forma de fomentar la inclusión educativa y la inclusión social.

En mi clase actual se puede observar bastante diversidad. Y es curioso ir descubriendo poco a poco los choques culturales que pueden haber entre nosotros o cómo cambia la forma de actuar según la situación. 

La diversidad ayuda a crecer y trabajar otros aspectos de nuestras vidas. Se debe actuar desde el respeto, la tolerancia, evitar los comentarios desafortunados y estar dispuestos a aprender y reconocer nuestros errores si nos equivocamos. Gracias a la diversidad y estar abiertos a nuevos conocimientos podemos estar más concienciados sobre lo que ocurre a nuestro al rededor.                                            No solo debe llegar desde las aulas. Desde los hogares es donde primero se aprenden muchas cosas gracias a nuestras familias. También recogemos muchísima información escuchamos en la calle, por la tele, al leerla en el período o lo más actual, las redes sociales. 

Por último, la sociedad puede ser un gran reflejo de si realmente hemos aprendido a actuar de la mejor manera.